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El final

Actualizado: 15 mar

La lluvia

La previsión anuncia lluvia y fuertes vientos hasta el 23 de febrero. La víspera de la lluvia pusimos el material más sensible al resguardo y re-tensamos las lonas que protegen la carpa colectiva, el generador y la zona de secado. Dormirse con el tintineo de las gotas contra el techo de la carpa, sabiendo que está todo bien, es casi calmante… despertar con el bramido del río, un poco menos… Y es que estamos en medio de un valle por el que fluye un hermoso río que recoge las aguas que provienen de las faldas de los cerros… Los rodados no son infrecuentes.

 

Vista de dron desde la ladera sur hacia el noroeste. Todas las imágenes de dron son gentileza de Francisco Croxatto
Vista de dron desde la ladera sur hacia el noroeste. Todas las imágenes de dron son gentileza de Francisco Croxatto

Nosotros estamos justo en la zona donde el suelo de las laderas de mármol, lejos de absorber y mantener el agua, la filtra y expulsa por sus fisuras y fracturas. De hecho, justo en el tramo del camino que se le ganó al mármol, queda al descubierto una pequeña emergencia que se activa con las lluvias, escupiendo un chorro de agua nada despreciable. Es como si la lluvia activara un antiguo mecanismo de alcantarillado natural, que se pone en funcionamiento de inmediato, delatando las circulaciones de agua que, de otro modo, no son evidentes.


Nuestro campamento a orillas del Río Norte

 

Además, en el tramo del camino donde estamos, han cavado recientemente unas zanjas del lado que da al valle para canalizar el agua hacia el río y evitar que se inunde la pista de tierra. Y el agua, inteligente, busca su camino, que es el Río Norte, a cuyas orillas nosotros tenemos nuestro campamento. Ahora, en lugar de emitir un alegre e inocente borboteo, el río empieza a bramar y a aumentar su caudal. ¿Podremos seguir cruzándolo sin problemas?


Es muy agradable sentir llover, sobre todo si se está en una buena tienda de campaña y dentro del saco de dormir, pero hay que salir de la carpa y aprovechar que, con la lluvia, el agua, quizás, nos muestre por dónde se filtra en el mármol… El viento no ha llegado todavía. Hay que aprovechar.


Los últimos cartuchos

Un buen desayuno para empezar el día
Un buen desayuno para empezar el día

Esa mañana del jueves 20 de febrero, desayunamos todos juntos en la carpa colectiva viendo llover. Saboreamos nuestro café de grano, un pequeño placer que nos damos gracias a la “bolocco”, la cafetera que nos ha dejado Yako. Preparamos las colaciones del día y se organiza la jornada.

 

Un equipo intentará llegar, por fin, a la que llamamos “la gran pared”, un gran muro de mármol que domina las cotas intermedias de la ladera sur. El acceso, esta vez, se hará por donde Ricardo Cadagán… Jessenia ya lo ha puesto al corriente. Isabel, su esposa, nos contó cuando hicimos el módulo III que por la base de esa pared sale agua… Eso es música para los oídos de cualquier espeleo…


La "gran pared" en segundo plano
La "gran pared" en segundo plano

El otro equipo intentará llegar a la pared de mármol por la que nos descolgamos el día anterior. Esta gran masa de mármol está justo debajo de Ojo de Palo, un antiguo sumidero que tiene que haber desaguado por esta zona del mármol. Sin embargo, lo harán desde abajo, es decir, resiguiéndola en busca de resurgencias. Con la lluvia y el viento no es posible pensar en hacer un rapel como el del día anterior.

 

La "pared imposible"
La "pared imposible"

Natalia se quedará de nuevo redactando la bitácora para la web con el reporte de la jornada que cada equipo le envía, religiosamente, todos los días. Este tipo de comunicaciones está dentro del plan comunicacional elaborado por Yakolén, que pretende dar a conocer nuestra actividad a través de varios canales. Ya les seguiremos contando en otro momento…


-       La “gran pared” de la ladera sur

Gladys, Jechu, Jessenia y Salvador salen del campamento a las 10:20h rumbo a la propiedad de Ricardo, que queda a unos cientos de metros del campamento, en sentido este. De la propiedad de Ricardo sale un sendero abierto por ellos y que sigue el cauce de un bello arroyo. A momentos tienden a salirse del camino marcado para introducirse en las quebradas, donde se aprecia un aumento considerable de sus cauces. Logran llegar al mirador y final del sendero donde se puede apreciar una hermosa vista del valle hacia el este. A 20 metros de la pared, avanzan inspeccionando cada centímetro siempre que la lluvia les permite ver. Llegan al final de la gran roca sin buenos resultados. Deciden sumergirse en el denso bosque buscando altura para ver mejor. Una vez sobre la roca, no identifican nada de interés, así que emprenden la caminata con dirección al oeste, atravesando todo el bosque hasta conectar con el camino de vuelta. Tras una hora caminando, logran dar con un afloramiento de mármol acanalado que les devuelve la esperanza de encontrar algo interesante. Deciden bajar por la quebrada, descendiendo hasta la mitad de una boscosa zona que creen es la afloración de caliza ubicada sobre la propiedad de Ricardo. La lluvia no da tregua y el viento arrecia, haciéndoles sentir ese gélido frío por el cual es conocida la Patagonia. A las 16 horas deciden dar por terminada la prospección, habiendo recorrido la base de la gran pared y un tercio de su fisura lateral. Siguen dos cursos de agua e inspeccionan la mitad de la ladera central de la zona sur. No encuentran nada.

 

La roca y la tupición de la ladera sur
La roca y la tupición de la ladera sur

Pero, para Jessenia, es una excelente oportunidad de observar el entorno. Es estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales en la Universidad de La Frontera y está realizando su práctica en el análisis biofísico de la microcuenca del río Chirifo, en Tranquilo. Su observación de este otro paisaje, en roca metamórfica, es un tremendo aporte para entender cómo mármol, vegetación y agua modelan este lugar. Nos cuenta que el paisaje de este sector posee una fuerte dinámica de regeneración. Los severos incendios de la época de colonización modificaron en gran parte la distribución de los bosques, siendo desplazados hacia los lugares que presentan mayor humedad y altura. Los renovales se presentan cercanos a los testigos biológicos o palizadas, dando origen a pequeños bosquetes que siguen una distribución frondosa asociada a vectores hídricos. Esto nos ayuda a entender la tupición de estos lados.


Siempre llueve en Patagonia


 -       La “pared imposible” de la ladera norte

La misión que se perfila tiene algo de surrealista. La pared está ahí, frente al campamento; a unos 500 metros en línea recta. No hay desnivel que salvar… pero a estas alturas ya hemos aprendido algo de este entorno y sabemos que llegar hasta su base es una hazaña reservada solo para valientes… o locos. ¿Y quiénes se presentan voluntarios? Pues, Flo (“Floki”, del personaje vikingo… y con eso les hemos descrito a nuestro compañero), Thibaud (“Tiburón”) y Nacho (“Pirata”). No se imaginan la jornada que les espera…


El baño matutino y vespertino de cada día
El baño matutino y vespertino de cada día

Salen a eso de las 10:45h de la mañana bajo una leve lluvia. El río no está tan crecido como pensaban, así que no tardan en llegar al bosque. Su plan es continuar por el bosque y el mallín abriendo un camino hasta llegar a la roca. A partir de ahí, hay dos puntos interesantes: una gran grieta en el lado oeste; y lo que parece ser un agujero en el lado este. Se dirigen al primero, que les queda más cerca. Al principio van como bala, ya que aún están en el bosque, pero pronto se topan con los primeros obstáculos. El mallín y sus características trampas pantanosas, que llegan hasta el pie del acantilado, les impiden pasar sin hacer acrobacias. Cruzan troncos, saltan entre pozas; avanzan despacio, pero avanzan. La cosa se complica cuando tienen que atravesar los bosquetes. En esta zona, hay que pelear cada metro, cada rama… La tupición es total. Hay matorrales espinosos hasta un metro por encima de ellos. Se van abriendo camino, pacientemente, con una sierra y unas tijeras de podar. El trabajo de jardinería para llegar a la parte de pared que les interesa les toma 4:30h. Se encuentran al otro lado de la fisura que quieren revisar, pero con una pequeña escalada seguramente podrán ganar algo de altura y tener una visión más clara… ¡Ja! Después de la paliza para llegar al punto, la escalada no tiene nada de sencilla, así que deciden dejarla para el día siguiente. Dan media vuelta y llegan al campamento base a las 17:45h.

 

Les habrá tomado 5 horas avanzar 710 metros de tupición. Mañana será otro día.

La tupición en todo su esplendor


El viento

El valle Exploradores tiene unos 90 km de largo. En el extremo este está el Lago Chelenko y, en el extremo oeste, Bahía Exploradores. Su cota más alta está en el Lago Tranquilo (a pocos kilómetros de Tranquilo), para luego ir descendiendo suavemente hasta llegar al mar. El Río Norte se incorpora al valle después del Lago Tranquilo. El viento predominante aquí es nor-noroeste y, en nuestro kilómetro 20, por la orientación del valle, nos da de frente. Realmente, este corredor natural, a juzgar por la orientación de la vegetación en algunas partes y la cantidad de árboles caídos, tiene pinta de llegar a ser un infierno cuando hay viento.

 

Para la tarde-noche del 21 hay anunciados vientos de más de 70 km/h, pero ya desde el día anterior han soplado rachas que han sacudido violentamente el campamento. Por precaución, Jessenia y Jechu se quedarán en el campamento base. El repliegue de las tropas, hoy, será más temprano de lo habitual. Además, en previsión de que el caudal del río siga subiendo y de que las condiciones meteorológicas empeoren, se decide desbalizar la ladera norte y retirar el nido de material que se había dejado pensando que se repetiría la operación “rapel teledirigido”.

 

El cauce del río está más subido, pero es todavía transitable. Natalia va a buscar el material. Gladys y Salvador van hacia Ojo de Palo a retirar las marcas de cinta.


Cada día, se multiplican los objetivos


Los “tres magníficos” (Floki, Tiburón y Pirata) se dirigen hacia el término del día anterior. Realmente, lo mejor para poder alcanzar la fisura es pasando sobre el saliente de roca que se les presenta, porque bordearla les tomaría demasiado tiempo. La escalada sigue siendo demasiado expuesta, así que buscan un paso que no sea tan peligroso. Flo logra encontrar una pasada… Y, bueno, se confirma lo que habían empezado a temer: el agujero no es ninguna cavidad, sino el hueco dejado por un bloque desprendido. Son las 13h cuando deciden darse una pequeña pausa para comer algo antes de regresar al campamento base. Iban a ser el último equipo y, por tanto, les tocaba retirar todas las balizas. No obstante, por un error de comunicación grupal, del campamento base les indican por radio que no las retiren. Gran error en previsión del empeoramiento de las condiciones meteorológicas.

 

Floki, Tiburón y Pirata en acción


Contra pronóstico, esa tarde sale el sol. Jessenia, que ha traído un packraft, decide inflarlo con Jechu para navegar un tramo del río. La tarde transcurre placentera y da paso a una animada velada de karaoke y cerveza… Esa noche el viento soplará con rabia.


Jechu y Jessenia aprovechando la tregua de lluvia


El poder de la perseverancia

Han sido días intensos y el cansancio se va apoderando de nosotros. Todos los días se ha salido a terreno, se han salvado desniveles importantes, se ha bregado con la omnipresente tupición y, lo más complejo de todo, se ha lidiado con la frustración. Es cierto que estábamos sobre aviso sobre el modesto potencial espeleológico de la zona… Lo hemos podido comprobar. Pero ¿realmente no íbamos a tener ni una pequeña satisfacción en la ladera norte?

 

El espeleo, digamos, tiene un antídoto natural contra la frustración. No dejar de buscar porque, sencillamente, asume que el agujero está ahí, lo que pasa es que probablemente no se está buscando bien o no en el lugar correcto.

 

Hay un punto de realismo mágico en ese no rendirse.

 

Hoy es nuestro último día en el km 20. Un grupo decide aprovechar para ir a conocer la Cueva del Chivo y verla después de las lluvias. Esta cavidad es un sumidero con dos accesos: la actual boca, que está llena de hojarasca y tiene muy poca circulación de agua; y una chimenea cuyas paredes están limpias y con restos orgánicos arrastrados por el agua. ¿Estará más alto el sifón terminal? Es la ocasión ideal para ir a verificarlo. Se animan a esta salida turística Gladys, Salva, Jechu y Thibaud. Salva, que había hecho el módulo III en esta cavidad, será el guía.


La cueva del Chivo con su sifón terminal mucho más subido que días antes


Natalia empieza a recoger parte del material de espeleología (que está seco) y a cargarlo en la camioneta. Va liberando cajas y bidones para poder transportar las cosas de forma protegida. El camino de regreso (al igual que el de venida) que le queda por delante es largo. Casi 2.000 km, de los cuales, más de 500 km son por camino de tierra.

 

Jessenia tiene que regresar a Tranquilo para seguir con su trabajo de campo y atender su emprendimiento. Y es que Jessenia fabrica jabones naturales y tiene un puesto en el rincón de artesanos de la Plaza de Río Tranquilo. Taller de Bosque. Sobre las 13h logra que un camión la lleve de vuelta.

 

Florata
Florata

Flo y Pirata no dan su brazo a torcer. Como había quedado una parte del camino del puma sin desbalizar y todavía seguían instaladas las cuerdas con nudos, deciden aprovechar las últimas fuerzas que les quedan para ir a verificar la “fractura 2”, al oeste de la ladera norte. Este objetivo había quedado pendiente desde hacía días.


A las 10:30h se ponen en marcha. Por enésima vez cruzan el río, que ahora les llega hasta la cintura (normalmente, llega hasta la rodilla) y los arrastra con más intensidad. Flo resiente la fatiga acumulada, pero no tardan en superar el camino del puma y dirigirse hacia su objetivo. Como que el cansancio de tantos días ahora hace mella en Pirata, que no ha dejado de salir a terreno ni un solo día. La fractura 2 está mucho más lejos de lo que pensaban y el acceso es expuesto. No llegarán por mucho que quieran.


Decididos a regresar, se sientan a descansar y comer algo. Flo, más recuperado, sigue escrutando las paredes con la mirada. Le parece ver algo… una fisura en un estrato. No quiere rendirse. “Vamos a ver, Pirata. Hay un arbusto que no me deja ver bien” …. ¡Bingo! Detrás, se abre una entrada que da acceso a una pequeña cavidad cuyas paredes están fuertemente concrecionadas. Excéntricas, estalactitas y hasta una pequeña estalagmita decoran una pequeña galería ascendente de unos 6 metros de largo, estrecha y no muy alta, que termina pinzándose en la falla que el agua excavó en algún momento. La única circulación de agua detectable es la que se va filtrando por la roca. Identifican unos pequeños huesos de animal. La llamarán Estalagflorata (“flo” de Flo y “rata” de Pirata). El código será VEN03 y Flo hará un bello croquis.

 

Croquis de "Estalagflorata" y "Telaraña"
Croquis de "Estalagflorata" y "Telaraña"

No muy lejos encuentran otra cuevita. La araña de la entrada, mejor dicho, su telaraña, le dará el nombre a la cavidad. Se trata de una estrecha fisura en forma de pequeño meandro cuyas paredes hacen sospechar que hace mucho, por este conducto, circuló mucha agua. También acaba estrechándose hasta hacerse impenetrable.


Sienten una profunda satisfacción. En realidad, no importa que no sean grandes agujeros; lo que importa es que sí hay pruebas evidentes de karstificación en la ladera norte. Este mármol nos cuenta una historia que está aún por descifrarse. Habrá que seguir buscando en una próxima ocasión.

 

Felices, emprenden el camino de regreso retirando las cuerdas de ayuda y las balizas de plástico. Cabe mencionar que las balizas de plástico las numeramos para estar seguros de que no se quedaba ninguna sin retirar.

 

Llegan al campamento a las 16h.

 

Cuevas Estalagflorata y Telaraña


Natalia y Pirata van a despedirse de don Segundo y doña Sineria. Les cuentan las últimas novedades. Nuestros anfitriones los escuchan con atención. Probablemente piensen que es algo estrambótica esa obsesión de buscar cuevas... ¡Qué raros, estos espeleos!


Última noche en el km 20. Rica cena, seguida de la tradicional partida de cartas.


Un hasta pronto

El domingo 23 la carpa colectiva amanece medio en el suelo. Natalia, que suele ser la primera en levantarse, tiene que soltar los vientos tensados la tarde anterior por Nacho para poder levantarla de nuevo. Todos duermen tras la noche de viento. Ya solo llueve.

 

El viento, esa noche, parecía replegarse a lo lejos para abatirse con fuerza contra las paredes del valle. El estruendo de las ráfagas azotando los árboles llegaba a tener un punto de terrorífico. Por suerte, los árboles que nos rodean han aguantado…

 

Levantamos el campamento relativamente rápido. En dos viajes, material e integrantes del equipo estarán en Tranquilo. En El Puesto Expediciones podremos acomodar el material y Natalia podrá acabar de cargar la camioneta. Un verdadero Tetris.

 

Para esa tarde, Gladys ha organizado una actividad muy relajante para todos: tinajas calientes con pisco sour y picoteo. Pasamos horas en el agua… coversando y planificando… Maite, la novia de Flo, que había estado viajando mientras él estaba en el km 20, también llega a Tranquilo.

 

Es temporada alta en Tranquilo. El temporal de lluvia y viento había mantenido el puerto y el glaciar Exploradores cerrados, así que hoy se han retomado todas las actividades turísticas. Nuestros amigos de EspeleoMármol viven principalmente del turismo, así que no pudimos compartir con ellos esta última tarde. La próxima vez será…


Goodbye


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Ya estamos todos de regreso en nuestros destinos. Ahora iniciaremos el trabajo de ordenar los datos de terreno para poder redactar un informe de campaña, en el que también incluiremos información sobre la logística, la organización y la preparación.


La zona que hemos estado prospectando y explorando merece una mirada más profunda para entender mejor los procesos karstológicos que se han dado. Que no haya grandes cavidades no le resta valor. Al contrario. Además, hay varias zonas más no muy alejadas en las que cuentan que hay cuevas... Quizás sea el grupo EspeleoMármol el que lidere una próxima campaña. ¡Ganas y aptitudes no les faltan!


Esto no ha hecho más que empezar...

La playa de Río Tranquilo. Del otro lado del Chelenko hay más mármol; dicen que con cuevas...
La playa de Río Tranquilo. Del otro lado del Chelenko hay más mármol; dicen que con cuevas...
 

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